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lunes, 19 de octubre de 2009

Uxue. El decreto de Doña Leonor.

Doña Leonor I ( Olite febrero de 1425 - Tudela, 1479). Fue gobernadora de Navarra desde 1455 y reina en 1479 durante solo dos semanas. 
Era la hija tercera y menor de Juan II de Aragón y Blanca I de Navarra.

Se casó en 1441 con el conde Gastón IV de Foix recibiendo una dote de 50.000 florines sobre las villas de Miranda, Larraga y Falces. 
Pasó a residir en Bearn en 1442.

En 1455, al desheredar Juan II a su hijo Carlos, Príncipe de Viana, heredero de la corona navarra a la muerte de Blanca I, y caer en desgracia la otra hija, Blanca, Leonor, con 30 años de edad, pasa a ser lugarteniente del reino mientras vivió su padre.

Es declarada heredera del trono de Navarra tras morir sus hermanos Carlos y Blanca.
Leonor gobernó el reino durante 24 años, no como reina, sino como lugarteniente. Solo fue reina durante dos semanas ya que murió al poco de fallecer su padre.
Sus años de gobierno fueron tiempos de luchas intestinas entre dos bandos irreconciliables.

Doña Leonor y Uxue.
En esos momentos de luchas fratricidas decretó doña Leonor que Uxue fuera parte indivisible de la corona,.

En 1478 volvió a dar otro privilegio en favor del pueblo de Uxue. Es el más importante y el que a la postre tuvo una importancia capital para los futuros habitantes de la villa.

El estado económico y moral de los habitantes de Uxue en tiempos de doña Leonor es angustioso y extremadamente grave.
Tras las continuas guerras, pestes y hambrunas la población quedó muy reducida y empobrecida. A punto de desaparecer. 
El relato que hace doña Leonor en su documento es patético:
``El vecindario con 80 casas e mas que había en el dicho lugar, ahora catorce o quince annos fuego mantenentes no quedan de presente vente e seis e de aquellas las siete casas no tienen ganados con que puedan labrar ni facer sus faciendas e de necesidad los que ahora están como como aborrescidos se habrán de absentar del dicho lugar. De lo qual seiendo certificada que tenían deliberado de lo así facer e irse a vivir en otras partes del regno´´.

Doña Leonor fue consciente, desde su cargo de lugarteniente, de que nuestro pueblo estaba en peligro de quedase despoblado, ya que incluso esas 26 casas que todavía estaban habitadas, habían venido a menos por el fallecimiento de algún familiar a causa de las guerras, pestes y hambrunas recién pasadas.

La total despoblación traería consigo:
"el `quedar solitaria y desamparada aquella tan singular yglesia e capilla que están en aquel lugar.La qual por los progenitores nuestros de gloriosa e inmortal recordación e memoria e otros predecesores suios e nuestros por nos mesma muchas vegadas a seido e suele ser visitada et sostenida et no es menos que con buena devoción muchas gentes en tiempo de paz y reposo así de pueblos circunvecinos e singulares de aquellos como de luengas tierras de toda Espanna, de las Ytalias e otras provincias y regnos del universo acostumbran a venir cada un anno.´´

Declaración de hidalguía.
Seguimos leyendo en el documento:
A los habitantes que había en Uxue
``presentes et advenideros de todas e qualesquiere servitudes reales e personales ordenanzas, usos e costumbres de este Regno e los exigimos, libertamos e reduzimos a la ingenua condición de fixosdalgo en tal forma e manera que oy data e factura de esta presente nuestra fanqueza, exempcion, libertad, gracia e privilexio todos los vecinos e moradores del dicho lugar de Uxue sean tenidos, reputados, conoscidos por fixosdalgo liberos e injenuos e aian e puedan usar gozar e aprobechar de todas las libertades, franquezas, inmunidades e privilejios que los fixosdalgo liberos e injenuos de este dicho Regno´´.
El privilegio fue dado en Falces el 12 de octubre de 1478.
El segundo conde de Lerín  no reconoció este privilegio de doña Leonor y pretendió tener jurisdicción sobre Uxue.

La villa, que siempre fue realenga, protestó contra el Conde.
Al fin, el decreto fue ratificado y confirmado en 1480 por el nieto de doña Leonor el rey Francisco I Febus.

Desde tiempos de Carlos II la Casa Real subió numerosas veces a Santa Maria de Uxue. 
Doña Leonor dice haber subido muchas veces, bien cuando niña acompañando a su madre y hermanos, o también ella sola.

Fueron mas de cien años en los que cuatro generaciones de reyes de Navarra subieron con gran pompa y boato a rezar a la Virgen.
Carlos II dejo su corazón. Su hijo Carlos III siguió con la tradición de subir a Santa Maria la Real de Uxua.

La hija de Carlos III, Doña Blanca reina de Navarra, fue muy piadosa y se hizo conocer por por sus peregrinaciones a Uxue, sus dádivas y el boato con que vino a en sus muchas romerías.
Luego se la recuerda con nostalgia por su muerte y enterramiento fuera de Navarra y el incumplimiento de su testamento en cuanto a la sucesión al trono y a no haber sido traída a sepultar a Uxue.
Aun así los uxuetarras deberíamos enaltecer y recordar con más agradecimiento la memoria de su hija Doña Leonor.
Gracias a su decreto, a los uxuetarras se les declaraba fixosdalgo y se suprimían sus contribuciones a perpetuidad.

En el fondo del decreto de doña Leonor está la voluntad de que en la villa de Uxue hubiese siempre habitantes para que éstos pudieran sostener al clero (diezmos y primicias), la iglesia y el culto a Santa María. La repercusión de su decisión resultó beneficiosa para los habitantes de la villa.

Nuestra villa tuvo un nuevo renacer en cuanto a la mejora económica de sus habitantes y la consiguiente recuperación demográfica de la población, cosa que no se hubiera dado de ninguna otra manera sin la acertada intervención de doña Leonor.

En 1711 se quiso dejar sin efecto el privilegio de doña Leonor, intentando obligar a la Villa de Uxue a pagar sus antiguas pechas al estar en bancarrota la Hacienda Real, tras la guerra de Sucesión.
Dado que los habitantes de la villa habían tomado partido por Felipe V, éste expide una real cédula firmada en el Buen Retiro y fechada en 20 de noviembre de 1712 "ordenando al Tribunal de la Cámara de Comptos el sobreseimiento de los embargos a la villa de Uxue"
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